
Hace ya varios años que las ciencias duras tomaron el control de Wall Street. En las ofertas de empleo de los principales bancos de inversión y grandes brokers estadounidenses, cada vez tienen más peso la matemática, la ingeniería, la física y, sobre todo, la programación.
En sus charlas, Claudio Zuchovicki, gerente de desarrollo de mercado de capitales de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA), hace hincapié en un dato: el 75% de las decisiones financieras de BlackRock, la mayor administradora de activos del mundo, son tomadas por robots o algoritmos. Los denominados “bots”.
A nivel local, las universidades adaptan sus planes de estudios para los nuevos perfiles que demanda el mundo financiero actual.
“Finanzas se ha convertido en una ciencia multidisciplinaria, que requiere no sólo de conocimientos financieros y económicos, sino que también es crucial el manejo de herramientas matemáticas, estadísticas y computacionales”, explica José Pablo Dapena, director del Departamento de Finanzas de la Universidad del CEMA.
El departamento de Dapena, junto al de Ingeniería en Informática, diseñó un plan de estudios que “apunta a dotar a los participantes de sólidos conocimientos de finanzas, matemática, estadística y programación para poder aplicar, validar y testear con éxito estrategias de orden cuantitativo mediante algoritmos en los mercados de capitales, así como también ser capaz de entender, e incluso valuar, derivados exóticos y complejos”, según consta en la presentación en la web de UCEMA del “Programa de finanzas cuantitativas QUANt”.
En base a los libros de Howard Bandy (Quantitative Technical Analysis) y Carol Alexander (Market Risk Analysis, Quantitative Methods in Finance) el análisis cuantitativo se construye sobre la utilización de matemáticas financieras, con frecuencia derivadas de la física y de la estadística, para llevar a cabo análisis financiero. En la industria de la inversión, los que hacen análisis cuantitativo son llamados “quants”.
Desde la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), el director de la Maestría en Finanzas, Sebastián Ludmer, señala que “definitivamente, estamos actualizando nuestra Maestría para preparar a los futuros ejecutivos de finanzas. A partir de este año, lanzamos la nueva especialización en Finanzas y Tecnología”.
Esta nueva especialización incluye materias como “Disrupción tecnológica en finanzas” e “Introducción a las criptomonedas y contratos inteligentes”. Ludmer agrega: “Tenemos también materias sobre ciencia de datos y sus aplicaciones en finanzas, y enseñamos a los alumnos a programar en Python”, el lenguaje de programación más utilizado por los bots.
Por su parte, la Maestría en Finanzas de la Universidad de San Andrés ofrece las orientaciones Ingeniería Financiera y Finanzas Digitales.
Robots operando en la Bolsa local
Aunque varias ALyCs (Agentes de Liquidación y Compensación) argentinas tienen bots operando en el mercado, desde enero de este año, Bull Market Brokers (BMB) tiene el primer bot alimentado con inteligencia artificial (IA) que opera con algoritmos no supervisados en BYMA (Bolsas y Mercados Argentinos). Su desarrollador, Napoleón Lazardi, está entrenando en este momento otro bot en ROFEX, el mercado de futuros y opciones más importante del país. Su idea es que empiece a operar en los próximos meses.
“Negociar con algoritmos es algo que se hace desde hace más de 10 años en el país, pero la conexión para ejecutar las órdenes no era tan buena como ahora”, explica Mauro Mazza, jefe de research de BMB. “Hoy hay muchos algoritmos trabajando -completa- pero principalmente en ROFEX. En BYMA, los algoritmos se concentran en opciones”.
Leandro Quisbert, ex NOR (Nuevos Operadores de ROFEX) y desarrollador de bots junto a su hermano, Christian (un Ingeniero en Sistemas graduado en la UTN), apunta que “para lo que más se utilizan en Argentina los bots es para oportunidades específicas, como el arbitraje”, como por ejemplo con los ADRs (American Depositary Receipts) o los “pases” de futuros.
Quisbert coincide con Mazza en que el mercado más desarrollado es ROFEX. Y señala que una de las principales limitaciones para la operatoria con bots es el escaso volumen del mercado local y la gran inversión en tecnología que requiere el trading con algoritmos.
En 2014, se habilitó la negociación algorítmica, y ROFEX y Merval firmaron un acuerdo de interconexión. Desde 2016, está operativo el protocolo FIX en BYMA, y en 2017 se masificó su uso. FIX es la estructura para que las órdenes pasen directamente a mercado: con esta plataforma, las órdenes son de alta velocidad y alto volumen.
Napoleón Lazardi, oriundo de Venezuela, pondera “el soporte tecnológico muy sólido” que había en BMB antes de su llegada. Y explica que hay robots que operan de forma automática, pero su creación funciona con IA, es decir que “va reconociendo patrones y aprende de sus propias fallas”. Por ahora, el bot de BMB no opera para sus clientes, pero podría hacerlo en un futuro, aclara Lazardi.
El bot de BMB que opera en BYMA, por ejemplo, utiliza información del propio departamento de research de esa ALyC. “Al robot hay que entrenarlo para que, ante una situación anómala, como por ejemplo el pago de dividendos, sepa cómo actuar”, describe Mazza. Por su parte, Lazardi se entusiasma con la idea de “proveer de liquidez y mejorar la punta del mercado” gracias a los bots con machine learning (una disciplina científica del ámbito de la IA, que crea sistemas que “aprenden” automáticamente, o identifican patrones complejos en millones de datos).
Ventajas de la operatoria con bots
Ya lo dijo Ben Graham, maestro y mentor de uno de los principales y más admirados inversores del mundo, Warren Buffett: "El principal problema del inversor, y probablemente su principal enemigo, es él mismo".
Andrés Cardenal, analista CFA especializado en análisis fundamental y cuantitativo, asegura que “la principal ventaja del método cuantitativo es que ofrece un método objetivo para la toma de decisiones, y por lo tanto, elimina los sesgos emocionales y de interpretación subjetiva que pueda tener el analista. El método cuantitativo elimina una gran cantidad de errores y sesgos a la hora de la toma de decisiones, y los datos estadísticos demuestran que las estrategias cuantitativas tienden a generar retornos muy superiores a los que obtienen la mayoría de los gestores tradicionales de fondos”.
Juan Pablo Pisano, ingeniero industrial, dueño de Ediciones Logikamente y especializado en bots de trading, explica que existen cuatro grandes rubros: data (bots que rastrean y empaquetan datos); research (bots que hacen simulaciones y backtesting de posibles estrategias de trading); ruteo (bots que, partiendo de la base del punto anterior, ejecutan ordenes en un mercado); y gestión (bots que van siguiendo una determinada cartera o diferentes cuentas).
Pisano opera con sus propios algoritmos, “por ahora, con ruteo incluido, tengo bots trabajando en BYMA; en el NYSE (Bolsa de Nueva York), tengo bots haciendo data y research, es decir, ruteando a mano lo que me indican los bots, pero porque estoy en fase de prueba y son bots de swing trading, es decir de operaciones semanales que tranquilamente se pueden ejecutar a mano”, indica.
Los desafíos
A la hora de presentar a uno de los padres de los quants, el documental “Quants: The Alchemists of Wall Street”, narra que "Emanuel Derman, conocido como el Einstein de Wall Street, dejó la física teórica por Goldman Sachs".
“Cuando empecé era optimista para usar métodos cuantitativos en finanzas. No digo que no sirvan para nada, pero no se puede explicar el mercado con ellos”, sentencia Derman, que actualmente es profesor en la Universidad de Columbia, Estados Unidos, donde dirige el programa de Ingeniería Financiera.
Paul Wilmont, el matemático a menudo descrito como “el analista más listo del mundo”, que advirtió el derrumbe del mercado guiado por las matemáticas (la crisis de las hipotecas subprime), habla en el mismo documental de la “no linealidad del mundo real”, y asegura que “no es lo que pasa en el 99,9% de los modelos financieros”.
Juan Pablo Pisano sintetiza que “el mercado ya es operado por bots: el 70% de las órdenes son enviadas por robots en el NYSE, pero no deciden qué comprar y qué vender; que ejecuten las órdenes no significa que las decidan. En definitiva, lo que ya se automatizó con bots es todo lo repetitivo y procedimental, lo que hizo agilizar mucho al mercado y le dio más liquidez también. Pero siempre, en algún punto, la decisión final de qué o hasta dónde comprar o vender, la termina tomando un humano mayoritariamente: los bots mas que nada se encargan (por ahora) del cómo".
“La gracia del punto del ruteo -completa Pisano- es que en lugar de enviar una sola orden al mercado de 1.000.000 de acciones como haríamos nosotros, los bots pueden hacer la misma transacción en una hora, partiendo la orden en 500 mil órdenes, mejorando mucho el precio de ejecución de la orden al final”.
Por su parte, Andrés Cardenal, señala que “Wall Street se ha beneficiado mucho de la incorporación de talentos provenientes de disciplinas 100% cuantitativas, aunque eso no elimina la necesidad de tener una mirada más amplia desde el punto de vista económico e incluso incorporando factores psicológicos y de manejos de expectativas”.
En definitiva, el mercado es el resultado de la interacción de diferentes seres humanos, y no pueden perderse de vista los aspectos relacionados a la naturaleza humana a la hora de desarrollar e implementar estrategias cuantitativas.
Como explicó muy bien el gestor de fondos Paul Tudor Jones, "ningún hombre es mejor que una máquina, y ninguna máquina es mejor que un hombre con una máquina".
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