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El caso GyT y un nuevo golpe a la confianza inversora en Argentina

Actualizado: 18 feb 2020



El viernes 7 de febrero último, GyT Plus, la acopiadora de granos rosarina, se declaró en cesación de pagos y encendió varias alertas, no solo en el ámbito agropecuario, que ya venía golpeado por casos similares, sino también en el mercado de capitales argentino.


Un banco trabó un embargo por deudas que tenía la firma, y las cuentas comitentes del bróker de Bolsa de GyT Plus, es decir, de GyT, sufrieron las primeras consecuencias: los organismos de control suspendieron la operatoria de forma preventiva, y los clientes siguen al día de hoy entre la angustia y la furia, ya que desde el día anterior, no pueden transferir liquidez desde sus cuentas hacia sus cajas de ahorro. A algunos les figuran también todas sus posiciones en cero.


Con el caso se derrumbó, además, el volumen del índice Rofex 20 –que mide el desempeño de las 20 acciones más líquidas del mercado accionario local-, donde el bróker era líder porque permitía operar a sus clientes a cambio de comisiones mínimas.


La ALyC (Agente de Liquidación y Compensación) GyT nació en 2014 como una ramificación de la corredora de cereales y para incorporar una nueva área de negocios: el mercado de capitales. La sigla GyT responde a los apellidos de Juan Carlos Guardati y Ángel Alberto Torti, dos amigos que, en 1978, dieron nacimiento a la corredora Guardati Torti y que en 2006 fundaron GyT Plus, una comercializadora de insumos agrícolas para el sector agropecuario.


Sin embargo, entre los principales acreedores de la firma figura Vicentin, una de las grandes empresas agroindustriales de Argentina, que también entró en cesación de pagos en diciembre. Ángel Alberto Torti es íntimo amigo de Alberto Padoán, ex presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) y cuya familia es dueña de Vicentin.


“GyT Plus es un apéndice de Vicentin”, dispara una fuente oriunda de Rosario y que conoce muy bien ese mercado. “La empresa estaba jugando al borde, y se le vino la tormenta encima”, agrega.


“Lo de Vicentin le pegó muy duro a muchos, y probablemente va a haber otros casos de caída similares”, señala otra fuente rosarina, con amplia experiencia en el mercado de futuros. “A GyT, lo de Vicentin lo agarró en una situación mucho más delicada que al resto. No creo que haya sido una maniobra para estafar a sus clientes. Más bien, diría que ante una situación financiera muy delicada y grave previa al hecho de Vicentin, éste agravó todo y se terminó de complicar”, añade.


En diciembre, la agrofinanciera BLD, también de Rosario, atravesó una situación similar a la de GyT, pero se realizó una migración ordenada de cuentas desde esa hacia otra ALyC: Allaria Ledesma. Si bien GyT Plus es una sociedad anónima independiente de GyT, el 90% de la operatoria de Guardati y Torti era explicado por ella, por lo cual si cae GyT Plus, arrastra a la otra, arriesga otra fuente.


Los damnificados


“El viernes 7, después de escuchar el día anterior por la tarde el rumor que GyT estaba fundido, pedí un rescate de mis fondos, es decir, pedí pasar el dinero de mi cuenta comitente a mi caja de ahorros, y aún hoy figura pendiente”, empieza a contar Leonel, de 36 años y administrativo en una fábrica de Rosario.


“Como no me devolvían la plata, llamé por teléfono, mandé un mail y les escribí por Whatsapp. Pero hubo un silencio sepulcral del otro lado. Hasta ese día, estaba algo preocupado”, agrega Leonel, que en Twitter utiliza el nombre de usuario “Bull_trader”.


El lunes, con la apertura de la rueda, “entré a la plataforma para operar y encontré que todas mis posiciones estaban en cero –continúa su relato-. Me había desaparecido la posibilidad de vender mis activos y el dinero para comprar, si así lo hubiese querido. A esa altura, ya tenía un nivel de preocupación extremo”.


Hace solo dos meses que Leonel tiene una cuenta abierta en GyT. “Me fui de IoL (InvertirOnLine) porque se colgaba el sistema con mucha regularidad. Tengo nada más que 11.200 pesos; el problema es que hay afectados que tienen los ahorros de toda su vida”, indica.


Una fuente de otra ALyC de Rosario asegura que lo llaman clientes de GyT “espantados” por la situación. Leonel, o Bull_trader, habla por todos y explica que “no podemos cerrar posiciones y estamos completamente a la deriva”.


Durante la semana pasada, hubo rumores muy fuertes de que la CNV (Comisión Nacional de Valores) y GyT estaban en conversaciones para que la imagen del mercado argentino no se vea nuevamente manchada, asegura otra fuente rosarina.


Desde BYMA (Bolsas y Mercados Argentinos), comunicaron hoy a este medio que “el poder disciplinario le compete a la CNV, es decir: definir si suspende, mantiene o revoca la matrícula a la ALyC, como así también toda otra medida disciplinaria o de supervisión. Por su parte, el rol de BYMA implica supervisar la actividad de las ALyCs, procurando detectar situaciones de iliquidez o desarrollos de operaciones bursátiles que comprometen el patrimonio de los Agentes”.


Como es habitual, el fin de semana pasado, los damnificados formaron grupos en la red social Telegram y en Whatsapp. Los miembros ya son cerca de 350. La mayoría ya envió carta documento a GyT, pero los que tienen una mayor cantidad de dinero comprometido van también por BYMA y la CNV. Los clientes se reunieron con varios estudios jurídicos y evalúan iniciar acciones judiciales colectivas. Todos señalan la “poca transparencia” de las comunicaciones oficiales, tanto de la empresa en sí como de los organismos de control.


Una fuente de la ciudad de Rosario, idóneo en mercado de capitales aunque con un perfil más comercial, apunta que GyT ofrece acceso directo al mercado o DMA (Direct Market Access), por lo que “apunta a gente joven; tiene como target a ese público inversor. Ofrece muy bajas comisiones, y por ende, tiene muchas cuentas pequeñas auto-gestionadas”. Se comenta que el bróker tendría unas 2.000 cuentas comitentes activas.


“Yo debería salir apresuradamente a vender mi casa para hacerme de efectivo porque tenía en mi cuenta el equivalente a los gastos de un año”, relata otro afectado que prefiere dar su identidad de Twitter: Lookiishho. Según cuenta, tiene capital remanente en otro bróker y trabaja desde hace 4 años “full time” haciendo operaciones bursátiles. Con su mujer –hace poco fueron papás- dependen únicamente de sus ganancias en la Bolsa. “Pero uno nunca termina de aprender en nuestros mercados, donde cambian las reglas de juego todo el tiempo”, reflexiona.


“BYMA y Caja de Valores le pusieron todas las ganas a los activos: respondieron, nos llamaron y nos informaron, pero nadie se va a hacer cargo del desplome de algunos bonos o acciones de todos estos días que no pudimos operar”, apunta Leonel.


Nacho J, un conocido operador de futuros que prefiere ser llamado según el nombre de su cuenta de Twitter, también quedó “atrapado”, según sus propias palabras. Sin embargo, señala que “a diferencia de otros clientes, no tengo tanta rabia. Más allá que creo que GyT Plus se manejó mal al intentar fondearse con su bróker, no creo que sea el caso de una estafa. Creo es algo de tipo financiero más que económico y que, con tranquilidad, las cosas se van a resolver”.


Dónde está el dinero líquido


Todos coinciden en lo mismo: lo más preocupante del caso GyT es la liquidez, el dinero en efectivo, en un contexto de alta inflación, al margen de las oportunidades que podría darles el mercado a los afectados si pudieran operarlo.


“En una cuenta comitente, los activos son operados por una ALyC y la Caja de Valores es quien custodia los títulos. Pero para comprar activos, primero hay que ingresar dinero a esa cuenta y después comprar los activos, por lo que el bróker tiene una alta responsabilidad sobre los saldos monetarios, es decir, sobre el líquido de sus clientes”, explica Gustavo Neffa, socio director de Research for Traders (RFT) y con amplia trayectoria en docencia de temas económicos y financieros.


“Ese dinero efectivo que no ha sido invertido en activos financieros es muy sensible a cualquier manejo. Y es ahí donde se produjo el problema: si la parte líquida no estaba colocada en una caución, por ejemplo, a un plazo en el Mercado de Valores, que es algo garantizado por el Mercado de Valores, es dinero que queda flotando y que está sujeto a riesgos operativos. De más está decir que utilizar dinero líquido de las cuentas comitentes está penalizado por la ley. Y cualquier embargo contra GyT es contra sus cuentas”, completa Neffa.


Lo cierto es que este sábado, la firma admitió que tiene un problema de liquidez y que afectará un bien ilíquido, un inmueble -las oficinas de Torres Nordlink- para hacer frente a sus pagos.

Incluso, una fuente comenta que en una reunión privada, uno de los dueños de GyT admitió “errores” en el manejo de la liquidez. “Obviamente, se estaba refiriendo a que usaron dinero de sus comitentes, cuando no debieron hacerlo”, denuncia. La misma fuente asegura que la empresa debe más de 600.000 dólares, “según la información que pude recabar”.


A todo esto, en un juego de palabras que hoy quizás roza la ironía, GyT, la sociedad creada por Juan Carlos Guardati y Ángel Alberto Torti para incursionar en el mercado de capitales, se presenta desde su perfil de Twitter con la frase “El éxito empieza con una mentalidad basada en valores”. Mientras tanto, los más ilusos, los más jóvenes, esperan que haya consecuencias a partir de su caso y mayor seguridad para todos los que invierten en Argentina.

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