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Rentabilizar nuestro ahorro en dólares: una obligación personal

(Por Lorenzo Serratosa, CEO de Kau Markets y de ZonaValue)

Dice un viejo axioma: “a veces los árboles no te dejan ver el bosque”. Y eso es precisamente lo que sucede muchas veces con el ahorrador argentino: se protege de la hiperinflación en pesos comprando dólares y se siente seguro pensando que todo está bajo control.


Sin embargo, esta tranquilidad de corto plazo no le deja ver que sus ahorros en dólares también sufren el azote de la inflación. De otra manera, con otro ritmo; pero están sometidos al mismo problema.


Concretamente, 100 dólares bajo el colchón desde 1942 hasta 2019 se habrían convertido en 1 dólar. Una pérdida de valor casi el 100%. Probablemente no es nada para un argentino, que ve cómo sucede esto con sus pesos en 1 año.


Pero hay algo a tener en cuenta si es que queremos hacer bien las cosas. ¿Saben en cuánto podríamos haber convertido estos 100 dólares en el mismo período de tiempo invirtiendo en el indicador estadounidense SP500? En 600.000 dólares. Los mismos dólares que dejados bajo el colchón se convirtieron en 1.


Dirán que estos 600.000 solo los ganan los tiburones, los que saben dónde invertir; los que conocen las empresas y los entretelones de la economía. Nada más lejos de la realidad… ¿Saben cuánto trabajo nos hubiera costado hacer esto? Ninguno: lo hubiéramos conseguido de una manera simple, comprando con esos 100 dólares un ETF del SP500.


Para el que no lo sepa, un ETF es un fondo de inversión que replica un índice bursátil, con lo que, al invertir en él, estamos invirtiendo en todo ese índice, sin necesidad de comprar cada una de esas 500 empresas, ni tener que seleccionar en qué empresas invertir.


Cuando hablamos del SP500, nos referimos a las 500 empresas más grandes de Estados Unidos, es decir, estamos invirtiendo en la economía estadounidense.


No sólo resguardarnos del peligro: pasar a la acción


¿Sorprendidos? Estamos viendo cómo funcionan los mercados financieros cuando están bien orientados; cuáles son las posibilidades de todos y cada uno de nosotros cuando no nos conformamos con resguardarnos del peligro, sino que decidimos pasar a la acción.


Este resultado tiene que ver con varias cosas. Tiene que ver con que la verdadera riqueza en este mundo la crean las empresas, o los emprendedores a través de sus ideas y su trabajo.


Henry Ford o Bill Gates son solo ejemplos sobresalientes, pero hay muchos. Miren a su alrededor; piensen en una familia rica que no haya hecho su dinero robando y verán que detrás hay una empresa. Invertir en empresas es rentable. Muy rentable. Y tenemos la suerte de poder hacerlo a través de la bolsa de valores: el camino que democratiza la creación de riqueza.


Evidentemente, hay empresas que crecen y otras que mueren, y para encontrar un Bill Gates se producen unos cuantos cientos de fracasos. Por eso, debemos invertir en una cartera diversificada y no en una sola empresa, protegiéndonos del riesgo de fallar en nuestra selección.


Otro de los factores que juega a nuestro favor en este juego, en el juego de crear riqueza para nosotros y nuestras familias, es lo que Albert Einstein llamó “la mayor fuerza del universo”: el interés compuesto. El interés compuesto funciona como una bola de nieve: hace que nuestros ahorros se multipliquen y se multipliquen cada vez más rápido y con mayor fuerza conforme pasa el tiempo. Estudien algo sobre esta fuerza y pónganla a trabajar para ustedes. Se sorprenderán.


Por último, ya solo tenemos que aplicar a la ecuación paciencia y convicción para no caer víctimas del ruido mediático y de todos los que buscan aprovecharse de nuestros ahorros a su favor, y no al nuestro.


Hacia la libertad financiera


Con este cocktail y este conocimiento, con un ahorro sistemático en dólares y una simple inversión con convicción, estaremos poniendo las bases de nuestra libertad financiera: una de las patas sobre las que descansa la felicidad personal y la de su familia, y una de las metas que todo ser humano debería desear y alcanzar.


Lamentablemente, las constituciones de todas las democracias libres de este planeta escriben en sus páginas que somos libres, pero nunca seremos realmente libres si no somos capaces de decidir nuestro propio destino; cosas tan simples como dónde y porqué trabajamos y con quién queremos compartir nuestro tiempo. La libertad financiera construye esta libertad de facto y nos permite ser artífices de nuestro propio destino. ¿Entienden ahora porque está tan oculta?


Desde ZonaValue.Club, el proyecto que he levantado para ayudar a la gente en este camino, trabajamos para que todos y cada uno de ustedes puedan conseguir la libertad financiera, apoyando a ahorradores de España y Latinoamérica a dar sus primeros pasos en el mundo de la inversión, y apoyando a aquellos que ya lo han dado a mejorar sus rendimientos, ordenar sus conocimientos, aplicar mejores estrategias y trabajar sus emociones como inversor.


Si es posible generar 600.000 dólares con el índice SP500 en ese período de tiempo (1942-2019), también es posible hacerlo en un período mucho más corto, con estrategias bien diseñadas que pueden aprender a manejar y a crear en ZonaValue.


A través de este primer artículo, los invito no solo a conocer www.zonavalue.com, sino sobre todo, a dar sus primeros pasos hacia la libertad financiera. Con nosotros o sin nosotros. Eso me hará muy feliz.

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