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Argentina, el FMI y una nueva política monetaria: ¿Qué implica para los inversores?

Actualizado: 27 oct 2018


(Nota publicada en SaladeInversion.com)



Tras un nuevo “super miércoles” económico para la Argentina, con anuncios de ampliación del préstamo del FMI (Fondo Monetario Internacional), de un nuevo esquema de política monetaria y de un régimen de tipo de cambio flexible con bandas móviles de flotación, tanto el índice accionario Merval, como los bonos argentinos y el dólar reaccionan al alza en los inicios de la sesión de este jueves.

Expertos consultados por SaladeInversion.com hacen hincapié en que seguirá la volatilidad en el tipo de cambio, al menos a corto plazo, y aseguran que lo mismo reinará entre las acciones, por lo que aconsejan prudencia respecto a la renta variable local.

En un fuerte respaldo al país, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, y el ministro de Hacienda argentino, Nicolás Dujovne, anunciaron este miércoles, en la sede del consulado argentino de Nueva York, una ampliación de 7.100 millones de dólares del préstamo stand by de 50.000 millones de dólares otorgado en junio último por el organismo internacional. Así, el monto total se eleva a 57.100 millones de dólares hasta 2021.


Además, con esta revisión del programa, el FMI adelantará desembolsos por 19.000 millones para lo que resta de este año y fines de 2019. El mercado especulaba que la ampliación del crédito podría ser de hasta 20.000 millones.


Los montos “ya no se considerarán de carácter precautorio, y las autoridades tienen la intención de utilizar el financiamiento del FMI para fines de respaldo presupuestario”, aseguró el organismo de crédito en un comunicado de prensa. Es decir, el gobierno de Mauricio Macri podrá disponer del dinero del FMI en función del cumplimiento de metas (primordialmente fiscales).


“Los montos involucrados y la secuencia de desembolsos son suficientes para despejar dudas sobre el programa financiero de 2018 – 2019, y deberían ser positivos para la curva soberana en dólares”, señala a SaladeInversion.com, Diego Chameides, estratega de mercado en Banco Galicia. En la misma línea, Santiago López Alfaro, socio de Delphos Investment, indica que el acuerdo “es positivo para los bonos porque claramente cierra el financiamiento de 2018 y 2019, e inclusive queda un saldo para el 2020”. Ezequiel Zambaglione, de Max Valores, opina lo mismo: que el nuevo acuerdo es más que suficiente “para disipar incertidumbres sobre el programa financiero y será bueno para los bonos cortos en dólares”.

La revisión del acuerdo con el FMI asegura “las necesidades de financiamiento hasta 2019 inclusive, y elimina el riesgo de repago de deuda en el corto plazo. Esto debería reducir el spread, en particular en la parte corta de la curva, ya que el gobierno ahora tiene fondos en exceso para cubrir el pago de los vencimientos de deuda y de intereses que enfrenta hasta fines de 2019”, coindicen también los analistas del Departamento de Research de Capital Markets Argentina (CMA) en un informe difundido esta mañana.

Controlar la inflación: el objetivo prioritario


El nuevo acuerdo con el FMI contempla un régimen monetario de control de agregados y un régimen de tipo de cambio flexible con bandas móviles de flotación. El nuevo presidente del BCRA (Banco Central de la República Argentina), Guido Sandleris, ofreció minutos después de las palabras de Lagarde y Dujovne, su primera conferencia de prensa, donde anunció que el BCRA implementará un nuevo esquema de política monetaria a partir del 1° de octubre, con el objetivo de “reducir la inflación”. Así, la entidad abandona el régimen de metas de inflación que se implementaba desde enero de 2017.

“Trabajaremos para recuperar la estabilidad y previsibilidad de precios que la economía argentina tanto necesita”, señaló Sandleris, quien reemplaza a Luis “Toto” Caputo, que renunció este martes a la presidencia del BCRA.


Para controlar los precios, se implementará “un estricto control sobre la cantidad de dinero en la economía” (que la base monetaria crezca un 0% en términos nominales de acá a junio de 2019); también habrá una “delimitación de zonas de intervención y no intervención en el mercado de cambios” para contener las fluctuaciones en el precio del dólar. Esta banda de flotación (con mínimo en 34 pesos y máximo en 44 pesos por dólar) se ajustará diariamente a una tasa del 3% mensual hasta fin de año y se recalibrará al comienzo de 2019.


“Vamos hacia un fuerte apretón monetario: una base monetaria que crece 0% con una inflación al 35% es un apretón monetario enorme”, explica el analista financiero Christian Buteler. “Si ese apretón monetario resulta, no deberíamos tener presión sobre el tipo de cambio. Ahora, el problema es si llegamos a tener presión sobre el tipo de cambio”, advierte.


“Congelar la base monetaria de golpe va a ser extremadamente duro y restrictivo para la actividad económica. La recesión se extenderá con seguridad, las tasas de interés seguirán muy altas y ahora muy volátiles, porque al controlar la base, se pierde el control de la tasa”, indica el analista económico y financiero Federico Fiscella.


Según Buteler, lo que está mal es que Sandleris dio a conocer cuál es el piso del dólar, el techo, cómo se actualiza la banda de flotación y que en caso de ser necesaria una intervención del BCRA porque el tipo de cambio supera la banda superior, el único monto que puede utilizar son hasta 150 millones de dólares diarios.


“En caso de una corrida cambiaria, el Banco Central entra con las cartas marcadas y me parece una pésima idea”, dispara Buteler. “El monto de contención -acota Fiscella- en caso que se desborden las bandas parece exiguo para la historia cambiaria nacional”.


Desde Banco Galicia, Chemeides apunta que “en lo que va de septiembre, el BCRA vendió en promedio más de 100 millones de dólares diarios. La zona de no intervención podría, en esta coyuntura, sumar volatilidad cambiaria (acotada a la zona) en los próximos días”.

Para López Alfaro, de Delphos Investment, “lo del dólar es incierto, porque lo de las bandas es algo que nunca se ha probado en un país meramente dolarizado como es la Argentina. Creemos que el dólar va a ir para arriba en los próximos días y después veremos dónde se equilibra”.


En coincidencia, el Departamento de Research de CMA señalaba esta mañana que “la amplitud de la banda de flotación seguramente incremente la volatilidad del tipo de cambio hasta que los mercados incorporen los nuevos anuncios”.


Inversión en bonos y en renta variable


Zambaglione, de Max Valores, lo dice claro: “preferimos mantener la cautela con las posiciones en pesos argentinos hasta que tengamos más claridad sobre el programa de intervenciones (del BCRA en el mercado). En particular, nos gustaría saber cuán duro (hawkish) será el Banco Central con la política monetaria y cuán efectivo será para anclar las expectativas de devaluación”.


“Para inversores, va a haber mucho riesgo para arbitrar -explica Fiscella-. Los conservadores no se van a mover de las posiciones dolarizadas: en principio, el tipo de cambio va a ir a buscar la banda superior, y luego dependerá de que esta política monetaria genere confianza. Los especuladores, si ven avances positivos, comenzarán a arbitrar tasa en pesos contra la devaluación implícita en la tablita de bandas, pero no será inmediato. El mercado accionario, con la volatilidad extrema que pueda haber en las tasas, no va a poder marcar diferencias”.


Según Santiago López Alfaro, socio de Delphos, en el mercado de renta variable puede haber oportunidades para hacer trading con algunas acciones.


“No pondría plata en el Merval por ahora”, dispara Federico Fiscella. “La tasa queda indeterminada en este nuevo modelo: puede ser cualquiera; eso es lo más importante en el corto plazo, y es algo que se corrige si ante el avance de la confianza, se empieza a apostar al carry trade”, concluye el experto.

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